viernes, 20 de marzo de 2009

olvido


Olvido! ¿No es un nombre de la muerte?
No, no es la muerte del Leteo su más triste nombre,
Es la muerte que crece hora tras hora dentro de nosotros,
Muerte que penetra lenta en nuestra mente, el aliento
Del alma en retroceso se permite una sentencia:
Hoy soy el mismo que fui ayer,
Engaño, pues sus pensamientos
Huyen como el humo de las llamas,
Y como un manto de rocío extinguen su dolor.
Cambiante es el río, aunque las olas permanecen,
Sus rocas nunca se adormecen
En las caricias de la espuma.
Cambiante es el río. Se ha ido hacia la fuente,
Junto con el sueño del ayer y la fortuna del estío,
Los pensamientos del corazón ya no regresarán.

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